Os presentamos esta cocina diseñada en Boadilla del Monte donde, a pesar de no existir ni un centímetro sin aprovechar, la sensación de libertad es máxima. Un proyecto de nuestro equipo de Cocinas Rio cómo, práctico y de gran sentido estético donde se puede disfrutar.
Nos quedamos fascinados con la moderna pureza de este blanco impoluto que refleja el proyecto diseñado para esta cocina. Lo primero que impacta es la frescura, la ligereza de sus formas donde nada está recargado, y esa sensación de orden y limpieza. Ese era el objetivo de nuestro diseñador de cocinas David García, que nada mas entrar nos quedáramos 5 segundos quietos, inmóviles, mirándola.
El proyecto se asienta sobre 40 m2 de espacio donde uno encuentra todo lo que necesita y sueña en una cocina. Alrededor de una alargada isla con mostrador se distribuyen de forma paralela los diferentes elementos. A un lado, el almacenamiento y la zona de electrodomésticos, a otro lado, la zona de lavado.
Los muebles son del modelo Kali, de Arredo3, y marcan la linealidad de los trazados que ganan protagonismo gracias a las puertas laminadas en blanco brillo, de 22 centímetros de grosor y sin tiradores. Se eligió Gola integrado en las puertas y se ha prescindido de las puertas laterales para que todo sea abatible en los muebles altos y gaveteros con cajones integrados en el interior, en los bajos.

Las puertas no tienen tiradores para no interferir en la linealidad del proyecto realizado por David García
Destaca también la altura de los muebles, con columnas a medida que alcanzan los 250 centímetros para aprovechar todo el espacio hasta el techo.
Así, la capacidad de almacenaje de esta cocina es total, eligiendo interiores de grafito también en los cajones, que incluyen un sistema de cierre Blum Legrabox, de líneas claras y delgadas y un sistema de apertura cómodo y suave.

La capacidad de almacenaje es máxima, eligiendo un interior de grafito y cajones de extracción total frenado
En cuanto a los electrodomésticos, de la firma Neff , algunos se dejaron vistos, integrando frigorífico y congelador de cuerpos independientes para eliminar al máximo el acero inoxidable.
Hay que señalar que a esta estética contribuye la encimera Zeus de Silestone que logra la exquisitez de un blanco perfecto en todos los detalles. Además, dicha superficie se convierte en mostrador, sin marcas de corte, para disponer de un espacio ideal en el que disfrutar desayunos, comidas rápidas o cenas improvisadas con familiares y amigos.

La encimera es de la firma Silestone y se convierte en mostrador, para darle mayor funcionalidad a la pieza

Los taburetes altos son ideales para estar cómodos en momentos donde la prisa también tiene su protagonismo
En la misma isla, un fregadero de 40 centímetros sirve de apoyo a la espectacular zona de cocción, mientras que otro más grande, de 70 centímetros de ancho, se sitúa al frente, bajo la ventana, para limpiar con facilidad grandes bandejas o vajilla más voluminosa.

El fregadero de la isla es de 70 cm de ancho, para una mayor comodidad a la hora de utilizar cacerolas y vajillas de gran tamaño

El segundo fregadero es para el uso normal de la vajilla, y tener ambas partes separadas a la hora de cocinar
Con todo, la comodidad es la reina de esta cocina, en la que no se requiere de grandes desplazamientos y todo está pensado para ganar en accesibilidad y libertad de movimiento.
Por ello se optó igualmente por una campana integrada en el techo y una zona de comedor equipada con mesa y sillas al otro extremo de la barra, delante de un gran ventanal. Unas importantes cristaleras que inundan la estancia de luz, aumentando la belleza de la cocina, convertida en el perfecto punto de encuentro diario y de todas las celebraciones de este hogar.
Escribe: Sonia Baños
Fotografía: Yolanda Bermúdez