A veces en los detalles está la clave, y esta cocina tiene miles de ellos, desde el diseño hasta el almacenamiento.
Con un solo vistazo, una persona puede saber perfectamente cómo va a ser su cocina, cómo va a quedar, cómo se va a organizar. Pero a veces, uno necesita un empujón a través de proyectos de ensueño.
«Apenas entraba luz en la cocina porque estaba la terraza, así que decidimos tirarla y añadirla a la cocina», y así fue cómo nuestros clientes, abrieron un gran ventanal con vistas a la ciudad y posibilitaron que la luz del día lo invadiera todo. Tras esa obra, nos tocó el turno.
Elegimos el modelo Lisboa, de la firma Infer, para los muebles. La puerta es de 22 mm grosor en laca mate y el uñero está realizado en la propia puerta. Así toda la zona de abajo la misma línea.
La zona superior es un modelo Altea, lisa y sin uñero que abre con pulsador, para que la estética de los muebles sea más limpia.
Se ha realizado una doble instalación en los muebles altos. Unos a 60 de fondo y otros a 35 cm, para doble almacenaje. Las zonas de madera, tanto las traseras como los bajos de los muebles, van a juego con la isla y es un Wafer Rovle de Bairo.
El grifo y el fregadero son la firma Franke Kubis + active plus y éste último va a juego con la encimera de Silestone Blanco Zeus. La placa es de Bosch de 80 cm, con zona de Flex Inducción.
Hay muchas curiosidades en esta cocina, por ejemplo, las puertas de la lavadora y secadora se han hecho especiales, porque si no la secadora no se podría integrar.
La campana, aunque parece que está en un mueble de 60 cm, no es así, sino que está en un mueble de 180 cm y tres puertas. Más cómodo y con más potencia de extracción. Y otro detalle, el mueble realizado en un lugar secreto… como armario para desayuno.
Finalmente quedó una cocina amplia, luminosa, práctica, útil y preciosa donde esperamos que nuestros clientes sean muy felices y puedan vivirla y aprovecharla al máximo. Y como siempre…. gracias por dejarnos que lo podamos compartir.