Uno de los trabajos más gratificantes que tenemos es poder trabajar con profesionales que quieren dar un paso más. Ofrecer un trabajo impecable es una de nuestras máximas y por ello es necesario rodearse de empresas que tengan el mismo objetivo y el mismo nivel de exigencia.
Altia es una de esas empresas. Junto a ella brindamos a los usuarios espacios llenos de estilo, buenas terminaciones, espectaculares resoluciones y excelentes materiales. En Lagasca realizamos uno de estos rincones que se convierten en especiales tras acabarlos.
El apartamento, sencillo y coqueto en el centro de Madrid, es luminoso y amplio gracias a una obra que tiró tabiques, amplió espacios y quiso destacar la cocina como centro de la estancia, dándole protagonismo y a la vez, recogimiento.
Para ello se utilizó un cerramiento de cristal de apertura total, donde la cocina permite lacrarse como si fuera una urna y aislarse de ruidos para no invadir el resto de habitaciones, sin que eso suponga un agobio. La máxima dificultad de esta idea se centra en el juego de herrajes y guías, junto al trabajo de cristalería.
En cuanto a la cocina, todo está integrado y estudiado al milímetro. Los electrodomésticos de Balay en color blanco se mimetizan con el mobiliario de altos armarios que llegan al techo para aprovechar hasta el último centímetro de la pared. El frigorífico, invisible a simple vista, ayuda a la simplificación de la cocina donde es el grifo el único elemento que emerge de una encimera compacta y pone el toque de aluminio. La campana, sibilina, flota del techo para no dejarse ver y sólo recordar su existencia por la ausencia de humo y olores.
Desde aquí, cocinar, disfrutar y vivir multiplica su significado, gracias a ideas enfocadas a una mayor satisfacción del cliente, quienes valoran esta dedicación por su bienestar. Todos estos detalles se ven salpicados por el resto de habitaciones del apartamento que combina las paredes blancas con elementos de madera y toques de sofisticación.
Cuando uno decide ser meticuloso y ofrecer un producto que lo quisieras para ti, consigues amarlo, cuidarlo y ofrecerlo como si fuera parte de tí. Eso es lo que conseguido en Cocinas Rio de la mano de Altia.