La originalidad está en el detalle, en lo que uno no imagina y de repente, alguien lo hace notar. Cuando nos impresiona observar algo que siempre has tenido pero que visto de otra manera, es infinitamente mejor, y lo quieres. Eso hace el diseño, nosotros además lo ofrecemos con la más alta de las calidades.
Un fregadero es un fregadero, sin más. Ese lugar donde depositas las platos sucios después de comer y los limpias, uno a uno, con un grifo que abres y cierras y cuya máxima freocupación es que de él salga agua caliente, fria y que no gotee. Como mucho comenzaron a ofrecerlo redondo, como una locura en innovación. Luego gracias al moldeable acero inoxidable, se pudo hacer una cubeta más amplia, luego dos cubetas, más adelante cubeta con escurre, cubeta con escurre verduras… y llegó la locura.
Ahora hay un sin fin de formas, colores, materiales y estilos para el fregadero de la cocina. Su utilidad es la misma, es cierto, pero se ha convertido en una pieza muy cotizada en la cocina. Porcelánicos, bajo encimeras, de silestone, sin aristas, con varios colores, enrasados, mil estilos para toda clase de gente.
Lo más importante para elegir un fregadero es que sea amplio para poder manejar el menaje con facilidad y, por otro lado, que el grifo esté acorde para que el conjunto queda a la perfección. A partir de ahí, hay que dejar volar la imaginación porque lo que pidas, lo tendrás.
1 Comentario
muy potito