Arrital es uno de nuestros proveedores y en febrero tuvimos la oportunidad de visitar el showroom que tienen en Venecia así como la fábrica. Si nos gusta este fabricante, es entre otras cosas, por el gusto que tiene a la hora de diseñar los muebles de cocina y la investigación en materiales, algo fundamental a la hora de sacar al mercado nuevos colores, puertas más resistentes, mejores anclajes y estilos cada vez más rompedores que renuevan la ilusión por el mobiliario de cocina.
Una de las características claras de la firma italiana y que tanto nos gusta es la integración y el equilibrio entre todos los módulos de la cocina. Todo está acorde con el diseño, equilibrado y medido para que no haya un desnivel y ningún elemento que perturbe la hegemonía de las formas.
Los muebles bajos en suspensión dan una sensación de apertura a las cocinas y las encimeras se realizan con materiales similares a las puertas para que todo quede unificado. Nada está puesto al azar, los enchufes camuflados en los rincones, los leds con doble función, sin tiradores y con mostradores que dan más recorrido al diseño, sin entorpecerlo.
Arrital elimina prácticamente los muebles altos abatibles para volver a la apertura de hoja, sencilla, cómoda, lineal, que ayuda a la hora de la organización de los muebles donde la comodidad es una premisa indiscutible. Lo que antes, muebles uniformes todos iguales daba un aspecto insípido en un ambiente, ahora lo vuelven a incorporan rompiendo el aburrimiento con otras formas, como los módulos de suelo.
La frialdad del blanco la contrarrestan las paredes de madera, envolviendo la cocina con un manto de confort, para que disfrutarla sea un placer. La campana se integra al igual que el frigorífico, lavavajillas y la lavadora. Ya no hay nada que perturbe el estilo italiano.
Las estanterías toman protagonismo. Ahora una pared entera es ideal para colocar modulos uniformes donde poder depositar figuras, libros, copas, eso sí, no los colocan de cualquier manera, lo que se ve está medido hasta el último detalle.
Si quieres la cocina blanca pero la pared pintada o con azulejo neutro, otra opción es romper con los muebles abajo en madera. Gaveteros amplios donde abrir y coger los elementos del interior sin tener que arrodillarse a ver lo que hay al fondo del armario. Altos de gran capacidad para almacenar sin desaprovechar huecos. Cómodos fregaderos con dobles cubetas para que las sartenes y ollas se limpien sin pegarse con las paredes y complanares en los honos y microondas para abrir y cerrar después de utilizar.
Estas son algunas de las exposiciones ‘blancas’ que vino en nuestra visita al showroom de Arrital en Venecia. Pero aún hay más, pronto os contaremos qué pasa con la madera, el color y los tonos que dan la elegancia a entornos más sobrios.