Argentina, mezcla de civilizaciones también en la cocina
Nuestra sección de Cocinas Por el Mundo que hacemos junto al blog Meu Canto de Rocío Esquilas nos lleva a Argentina, un país maravilloso con una mezcla de civilizaciones que ha conformado su cultura, su forma de vivir y por supuesto, su forma de organizar su casa y su cocina.
Fue en 1516 cuando Juan Díaz de Solís llegó a Río de la Plata y a partir de ahí no se configuró como República Argentina hasta 1861. Desde el principio la brecha social fue notoria. No había clase media. O grandes palacetes o gente que vivía en la podredumbre hasta que aparecieron los ‘conventillos’ o como nosotros denominados viviendas sociales pero que se parecen más a las casas antiguas de pueblo. Normalmente con las habitaciones y la cocina con un patio que las separa y junto a ellas el establo. El baño era en un primero momento el campo y en algunas casas tenian tinajas y grandes barreños de cerámica para el baño.
Mientras que los hogares sociales era humildes y apenas tenían muebles, los de la burguesía sí que desarrollaron un gusto por el interiorismo y la decoración, pero lo que más llamó la atención desde un primer momento fue la tecnología con una evolución rapidísima de un año a otro. La competición del carbón y leña en las cocinas (hasta SXIX) al combustible de líquidos (1920) la electricidad (1930) y por último el gas (1950)
La burguesía nacional contrastaba mucho con un inmigrante europeo que se las veía para poder tener un sitio digno donde vivir, por lo que el tema de las cocinas en esa época se centra en esta clase alta que disfrutada con su ‘heladora’ su ‘lavadora’ a manivela y diferentes avances que acogían con entusiasmo.
El estilo de las cocinas Argentinas lo cuenta Rocío Esquilas en Meu Canto, y aunque el estilo tiene un aire español y portugués muy significativo, lo cierto es que hay diferencias enriquecedoras.
Nuestro próximo Post de Cocinas por el Mundo será sobre los Países Árabes, ¿qué diferencias habrá?